17.8.05

 

Ernestito el pistolas (y III)

Me propongo finalizar hoy el fisking que ya me ha ocupado lo que a Zapatero aprender macroeconomía, o sea, dos tardes. Néstor nos estaba dando toda una lección de mentalidad revolucionaria y progresista, dándole lo suyo al "portador de apellido" Álvaro Vargas-Llosa, "Júnior" para nuestro utópico y romántico admirador del Che. Al lío:

El Che Guevara y la izquierda tradicional

Otra de las tantas tergiversaciones que Júnior difunde impunemente tiene que ver con las relaciones de los principales dirigentes de la Revolución Cubana y el comunismo tradicional. Júnior afirma: “Durante la lucha armada en Cuba, [Guevara] forjó una fuerte alianza con el Partido Socialista Popular (el partido comunista de la isla) y con Carlos Rafael Rodríguez, un elemento clave de la conversión al comunismo del régimen de Castro. Esta tendencia al fanatismo convirtió al Che en un eje vital de la «sovietización» de esa revolución que tantas veces se había jactado de su carácter independiente”.

Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo sobre este tema. Pero lo que ningún historiador serio ni ningún ensayista riguroso hoy discute es que el Partido Socialista Popular se sumó a la lucha armada tan sólo tardíamente. Carlos Rafael Rodríguez se entrevistó en la Sierra Maestra, durante la lucha armada, con Fidel Castro —el máximo líder de los rebeldes—, no con el Che Guevara. Y en todo caso, luego del triunfo, a la hora de decidir el rumbo estratégico de la revolución entre el Che y Carlos Rafael no hubo una alianza sino, por el contrario, una conocida discusión polémica. Entre compañeros, es cierto. Ambos eran partidarios del liderazgo de Fidel y ambos optaban por el socialismo, pero al mismo tiempo polemizaban. Obviamente Júnior, orgulloso de su ignorancia y soberbio en su desconocimiento, ni siquiera se ha tomado el trabajo de estudiar esos debates encendidos y esas discusiones acaloradas. Tan sólo con una tarde le hubiera bastado para husmear en el índice de la polémica. ¡Una tarde, una tercera tarde, Júnior!. Pero bueno. ¿a quién le interesa profundizar si de lo que se trata es de repartir infundios y tratar de ensuciar todo lo posible y a cómo dé lugar?

Guevara y la economía política

Sócrates decía: “Sólo sé que no sé nada”, como preámbulo para luego comenzar a aprender. En cambio, quien está seguro en su falta de conocimientos, no sólo no aprende sino que se desbarranca por la pendiente. Aprieta el acelerador barranca abajo. Por eso Júnior se engolosina a la hora de denostar al Che y se despacha afirmando, apoyándose en Ernesto Betancourt, que “ [Guevara] Ignoraba los principios económicos más elementales".

Si al menos hubiera invertido tan sólo una tarde, una cuarta tarde, podría haber entrevistado —dinero no le debe faltar para comprarse un grabador, ya que ha recogido el testimonio, según nos relata, de agentes de la CIA— a algunos integrantes de los seminarios de lectura de El Capital que compartieron junto con el Che el estudio de la economía política. Uno de ellos es Orlando Borrego, quien ha escrito sobre el tema un libro entero [Véase Orlando Borrego: El camino del fuego (Buenos Aires, Edit. Hombre Nuevo, 2002). Véase también la entrevista que le hice a Borrego, titulada “Che Guevara lector de El Capital”, e incorporada en nuestro Che Guevara: El Sujeto y el poder (Buenos Aires, Nuestra América, 2005)].

Guevara invirtió varios años de estudio de El Capital en un seminario en el cual se reunía semanalmente. Pero, además de polemizar con el célebre economista de La Sorbona Charles Bettelheim, leyó y estudió a Paul Sweezy, a Paul Baran, a Oscar Lange, a Ernest Mandel, a Eugenio Preobrazhensky, a Nicolás Bujarin, a Kalecki y Bobrowski, entre muchos otros economistas. Seguramente esta tradición de pensamiento no sea del gusto de un neoliberal como Júnior, pero eso no equivale a decir que el Che no sabía de economía política...


Ahí lo tenemos. Paul Sweezy, marxista radical, Paul Baran, marxista perdido, Oscar Lange, más marxista aún, pese a que abogaba por hacerle estatuas a Von Mises, Ernst Mendel, un trosko, Preobrazhensky y Bujarin, o Bukharin, qué decir... y así. Sólo un neoliberal elitista tarado fascista ricachón hijo de papá podría decir que el Che no sabía de economía. Había estudiado a los marxistas, según el fiabilísimo testimonio de un comunista (los comunistas siempre dicen la verdad, la CIA siempre miente) ¿qué más tenía que haber estudiado? ¿Y acaso es necesario algo más? ¿No es el marxismo una ciencia? No creerán que el socialismo científico se llama así por nada, ¿verdad? Deberíamos saber todos a estas alturas, que cuando la teoría marxista no coincide con la realidad, lo que está equivocado es, precisamente, la realidad.

La Unión Soviética, el Che y la alegre ignorancia

Ya que Júnior le atribuye alegremente al Che la responsabilidad por la “sovietización” de Cuba —vaya uno a saber qué entiende un neoliberal por “sovietización”...— bien podría haber invertido una tarde, tan sólo una quinta tarde, en leer aunque sea por arriba los escritos del Che donde cuestiona explícita y expresamente los métodos soviéticos de construcción del socialismo. El Che hizo públicas sus cuestionamientos en algunos discursos famosos, pero en sus notas críticas al Manual de economía política de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética Guevara se explayó largamente —no sólo en el terreno económico, sino también en el político— sobre sus divergencias con el “modelo” soviético. Intentó fundamentar las respuestas desde un punto de vista analítico y teórico. Que Júnior no quiera tomarse el trabajo de investigar esos materiales no lo exime ni lo legitima para atribuirle a una cuestión pasional o coyuntural sus reconocidas distancias frente a la URSS. Si Júnior se hubiera tomado aunque sea una tarde (¡sólo una quinta tarde!, querido Júnior...), desde cualquier computadora podría haber husmeado por internet y allí habría encontrado, por ejemplo en el sitio de la cátedra Che Guevara de REBELIÓN, materiales en los cuales Guevara somete a crítica implacable a la URSS y al mundo cultural que la acompañó. No desde la derecha sino desde la izquierda, no desde la mugre de las bolsas de valores y las grandes firmas capitalistas, sino desde el punto de vista de los pueblos rebeldes y de aquellos que entregan su vida luchando por la revolución mundial. Si quisiera, podría haber consultado las notas críticas del Che a las concepciones económicas de la URSS y sus antiguos socios de los países del Este.

Vinculado precisamente con este cuestionamiento de Guevara a la URSS, resulta incomprensible la sorpresa de Júnior frente al tremendo atractivo del que goza el Che en el mundo contemporáneo luego de lo que nuestro articulista denomina el “colapso político e ideológico de todo lo que Guevara representaba”. Por más superficial, ignorante o bruto que uno sea, esa tesis que asimila al Che al mundo que colapsó con el derrumbe del muro de Berlín no se puede sostener en lo más mínimo.

Si se iba a dedicar a escribir un libelo contra Guevara, lo mínimo que podría haber hecho Júnior es informarse.

La derecha siempre es impiadosa y despiadada... ya lo sabemos. Estamos acostumbrados. Pero al menos podría ser ilustrada, ¿no? Como mínimo podría informarse. ¿Siempre tendremos que lidiar con ignorantes? (Todavía nos acordamos de la ignorancia mayúscula de Francis Fukuyama y su triste artículo sobre “el fin de la historia” en el cual se confundía los libros de Hegel que citaba...). ¿Para cuándo una derecha lúcida e informada?

Cualquier lector de filas, mínimamente informado, sabe que el Che no era apreciado en ese mundo que colapsó en 1989... A la hora de emitir juicios superficiales sin el menor respaldo documental o científico no hace falta “perder tiempo” aportando pruebas o estudiando aquello que se va a criticar. Júnior sabe de antemano que su libelo será igualmente difundido a troche y moche por ese inmenso aparato de desinformación masivo y censura sistemática que hoy defiende al capitalismo. ¿Para qué tomarse entonces el trabajo de invertir una sola tarde de lectura?


Muy bien, compañero Néstor. Acabas de conseguir desviar la atención de nuevo. Así se hacen las cosas. El tarado Júnior jamás dice que el Che simpatizara con la URSS, sino que sus métodos represivos eran calcados a los de la patria del gran Vladimiro, pero, hábilmente, sí señor, has conseguido acusarlo de ignorante. Que es lo único que puede ser un indeseable neoliberal amigo de genocidas.

Además, has estado fantástico alegando que el mundo que, podrido hasta la raiz, se vino abajo en 1989, no tenía nada que ver con el Che. Aquello no era comunismo.El comunismo, salvo sabotaje imperialista, como el cruel bloqueo a Cuba, funciona, porque es científico. Y si no funciona, aplicar la primera regla. La culpa es de la realidad.

También estuviste bárbaro recordando una obviedad. Aquel que no sea comunista está influido por el aparato de desinformación masivo y censura sistemática del capitalismo. El ignorante de Júnior, por ejemplo. ¡Mira que no usar como fuentes para sus artículos NUESTRA VERSIÓN DE LA HISTORIA! ¡Es que tiene cojones, la cosa! El tío venga a largar sobre Ernesto y nada, ni nos menciona. ¡Si somos la pera! ¡Somos una maravilla! ¿Cómo es posible que no todo el mundo piense que el socialismo es genial y la utopía revolucionaria el camino a seguir? La derecha, no como la izquierda, siempre culta, siempre abierta a todo, es inculta, funeraria, maloliente, como dijo el gran Juan José Millás. ¿Alguien lo duda? Pues ya sabe lo que merece.

Júnior y su poco creíble elogio de la disidencia

Tratando de presentar al Che como un totalitario, Júnior escribe: “«Contrarrevolucionario» es el término que se aplicaba a cualquiera que se desviara del dogma. Era el sinónimo comunista de «hereje»”... Interesante observación sobre la disidencia. Al oponerse a quienes estaban en contra de la Revolución Cubana (en contra, incluso con medios armados), el Che se convierte automáticamente en un partidario del totalitarismo. No permite la disidencia radical.

¿Qué opinaría Júnior del monopolio violento que los grandes aparatos de propaganda de EEUU ejercen sobre la opinión pública norteamericana? ¿Habrá invertido aunque sea una tarde —una sexta tarde— en leer las denuncias de Noam Chomsky? ¿Habrá en EEUU, país admirado por Júnior y sus amigos, mucho margen para la disidencia radical? Hoy en día los poderosos del planeta no utilizan los términos “Contrarrevolucionario” ni “hereje”. No... peor aún. Los denominan lisa y llanamente “terrorista”. Cualquiera que disienta con el poder mundial del capital se convierte en un “terrorista”. No hace falta llevar un fusil en el hombro ni andar a los saltos por alguna selva del mundo para ser considerado como tal. Un maestro, un sindicalista e incluso un tímido sacerdote que cuestione dentro de Estados Unidos el poder omnímodo de la plutocracia empresarial que dirige los destinos de la primera potencia del planeta se convierte, automáticamente, en un sospechoso de “terrorismo”. Jamás los medios de comunicación publicarán sus opiniones.

Se le impondrá, en el mejor de los casos, un silencio a la fuerza y, por supuesto, se le vigilará hasta en los detalles más íntimos de su vida cotidiana (por ejemplo qué libros retira de la biblioteca... o qué correos electrónicos envía a sus amigos).

¿Invierte aunque sea media línea Júnior en denunciar semejante totalitarismo que haría sonrojar a Mc Carty y palidecer las antiutopías más sombrías de Ray Bradbury, George Orwell o Aldoux Huxley? La pregunta es, obviamente, retórica. Se contesta por sí misma. Los patrones no pagan por escribir sobre esos temas.

Además ningún medio “serio” —es decir, domesticado por el poder y financiado por el gran empresariado— lo publicaría. Si no estuviera cegado por el odio a los revolucionarios y el amor a los billetes, Júnior podría invertir aunque sea una sola tarde (una séptima tarde) en husmear en la polémica pública donde el Che participó en la “totalitaria” Cuba. En dicho debate, el Che le publicó en sus propias revistas (por ejemplo en Nuestra Industria económica) a sus adversarios ideológicos que lo criticaban con nombre y apellido, tanto a los de origen cubano como a los extranjeros. Curioso déspota este Guevara que publica a quienes lo critican y debate públicamente y por escrito con quienes no piensan como él. ¡Una tarde, Júnior, una séptima tarde! Es todo lo que le pido.

¿Libertad = propiedad privada?

La que sí resulta hilarante es la identidad que plantea Júnior entre libre albedrío y propiedad privada. El Che habría atacado ambas al mismo tiempo, ya que son lo mismo. Si promovió la expropiación... vulneró la libertad. Un lugar común de la ideología liberal. Pero hoy en día los liberales ilustrados, los que han leído un poquito, los que “han perdido” un par de tardes en las bibliotecas para poder hablar con mayor sutileza, presentan ese mismo argumento de manera más fina. No es el caso de Júnior, que arremete contra el Che porque... Guevara no respetaba la propiedad privada. No vale la pena peder tiempo en contestar este lugar común, que cualquier persona analfabeta —de esas muchas que lamentablemente nos deja el capitalismo— podría expresar mejor que nuestro articulista.


Yerras, camarada Néstor. No es que el capitalismo deje analfabetos, es que fabrica analfabetos, el sistema está pensado para eso, para que unos pocos muevan los hilos y controlen a toda la sociedad, mediante farsas democráticas que se celebran cada cuatro años. En Cuba, en la Cuba de Castro y del Che, eso no existe. Es una sociedad abierta, donde cualquiera puede expresar lo que dice, y los disidentes son espléndidamente tratados. Ya lo habías dejado claro, pero por si acaso, haces bien en repetirlo. Los fusilados por el comunismo se lo merecían. Punto pelota. En la censurada sociedad capitalista no tienen cabida los disidentes. Se los asesina. Chomsky, Saramago, y tantos otros que han caído bajo las balas del terror neoliberal, sólo por pensar distinto. En esa isla de libertad que es Cuba, eso jamás ha pasado. La disidencia ha sido respetada. Siempre. Y si no lo ha sido, sería porque no lo merecían. Los contrarrevolucionarios merecen lo que les pase. ¿Acaso no habría sido mejor un mundo sin Bush, donde ni Sadam, ni el sátrapa camarada norcoreano Kim Jong Il se sintieran amenazados? ¿No habría sido conveniente fusilar a Bush antes de que accediera al poder? Es más, ¿no habría sido conveniente fusilar, tras un juicio-farsa revolucionario, como debe ser, a su padre y a su madre? ¿No será conveniente fusilar a todos los neoliberales del mundo antes de que sigan descuartizando pueblos sólo por su ansia de llenarse los bolsillos a costa de la riqueza de esos mismos pueblos?

Propiedad privada, dice el Júnior Neoliberalito. Ignorante tarado... la propiedad privada no fomenta la cooperación, la propiedad privada fomenta, me da asco hasta decirlo, la competencia. Resulta repugnante identificar propiedad privada con libertad. ¿Es que alguien sabe de un sólo país donde esa farsa de la propiedad privada sea legal que sea democrático? Y a la inversa, ¿alguien puede nombrar un sólo país donde la propiedad sea pública, o sea social, o sea en beneficio de todos, convenientemente gestionada por el camarada correspondiente, claro, en el que la libertad no sea plena y completa, y la prosperidad no sea, también, fastuosa? Taradillo, este portador de apellido, hijo de papá, elitista venido a más, ricachón, paladín de la plutocracia mundial, abogado de los genocidas.

Hablemos de campos de concentración

Júnior trata de homologar a Cuba con la URSS stalinizada y para ello trae a colación de manera injustificada el temible nombre de Laurenti Beria. Sin embargo se “olvida” que la Revolución Cubana goza de un consenso que Stalin se ocupó de hacer trizas en su época no sólo con sus campos de concentración sino también con su aniquilamiento de la mayor parte de los revolucionarios que hicieron la revolución de 1917. Falsa analogía, entonces. Forzada, caricaturesca. Basta leer los informes desclasificados de la CIA sobre la Cuba de los ’60 (aquella donde vivió el Che) para apreciar la distancia abismal entre ambas sociedades. Muchas veces hasta los agentes “técnicos” de la CIA se animan a reconocer en sus informes y descripciones aquello que los políticos norteamericanos no pueden reconocer en público: el enorme consenso popular de Fidel, el Che y su revolución. Por supuesto que lo hacen destilando veneno, pero aún así, tienen que reconocerlo.

Si Júnior está tan interesado en reflexionar sobre los campos de concentración como dejaría traslucir su libelo, bien podríamos conversar sobre los campos de concentración que en Argentina permitieron aplastar toda disidencia radical aniquilando a 30.000 personas, incluyendo dentro de esa cifra a miles de jóvenes seguidores y seguidoras de las ideas del Che.

Pero si usted me responde, estimado Júnior, que “eso quedó en el pasado” y “a lo pasado, pisado” –como suelen decir los que legitiman al poder—, entonces podríamos intercambiar opiniones sobre los campos de concentración y tortura que HOY existen en territorio cubano. No en la Cuba de Fidel y el Che sino en la parte de Cuba ocupada ilegalmente por sus amigos, querido Júnior. Las fotos han recorrido el mundo... Ya nadie lo discute. Si usted invirtiera tan sólo una tarde, una octava tarde, podría consultar los testimonios gráficos irrefutables de ese inmenso e ignominioso crimen contra el género humano que se levanta en Guantánamo.

¿Conversamos Vargas Llosa Júnior sobre estos temas? Lo invito cuando quiera. Por la tarde o, ya que evidentemente las tiene ocupadas, por la mañana. Como usted prefiera.


Que gran final, Néstor. Grandioso. Así es como hace las cosas un revolucionario convencido. Se centra en lo anecdótico y pasa de lo principal. Si se mencionan los campos de reeducación cubanos (campos de concentración, lo llama el tarado de Júnior, como si lo que allí se hiciera no fuera bueno para la sociedad), se le echan en cara los argentinos. O los alemanes, si es necesario. Todo neoliberal es, por definición, culpable de los crímenes de toda la derecha. Y como los crímenes sólo los comete la derecha (Stalin no era más que un fascista), todo neoliberal es un criminal, y todo criminal es neoliberal. Así de sencillo. Tarados amigos de genocidas como Júnior no se enteran, pero es así de claro. Y siempre hay que recordar esa herida en territorio cubano, esa apología del genocidio, esa salvajada infrahumana llamada Guantánamo. Un neoliberal salvaje que apoyara genocidios como el de Irak diría que toda la puta isla de Cuba es una cárcel de la que dos millones de personas han huído, dejando miles de muertos ametrallados por los militares cubanos por el camino, pero un comunista de verdad, incluso una persona que no sea comunista pero sea decente (alguna hay, seguro), se centrará en ese infierno en la superficie terrestre que es Guantánamo, y no en las minucias que pasan en el resto de la isla, donde la herencia del Che es tan evidente que los cubanos comen nada menos que cuatro huevos al mes, y gozan de maravillas tecnológicas como la olla a presión. Gracias, Che. Gracias, Fidel. Y por supuesto, gracias, Néstor. Creo que ningún miserable ultraneoliberal se atreverá jamás a profanar con sus sucios libelos la esplendorosa y nutricia imagen del Che, que murió luchando por crear un paraiso en la Tierra, el paraiso del Hombre Nuevo. La utopía. Nada menos.

Comments:
En fin, que vaya repaso que le has dado, claro que en un medio tan democrático como rebelion o el blog de Ernesto de la Serna, como son tan "democráticos" podrán totalmente tus post o como mínimo un enlace. No como "tú" que no has puesto ni una palabra del texto original. Ahí se ve quien quiere contrastar las cosas y quien manipular.
 
De lo democrático que es Ernesto de la Serna, doy fe. Siempre me ha citado, hasta cuando comenta por qué llama así a su blog, y si tiene ganas de comentar mi fisking, supongo que también me citará.

De Rebelión... mejor no hablo.
 
Hay que reconocer que te lo has currado, al menos le has dedicado tiempo. Pero esto no quedará así: prometo contratacar (dialécticamente hablando).

Próxima entrega del debate, en "Viva la Utopía", blog en el que, dicho sea de paso, no se censura ninguna opinión (va por el anónimo de las 10.30).
 
Yo soy el anómino!,

Me alegra (y mucho) que en tu blog no se censure ninguna opinión.

Reconozco que pensé (a priori), no que censuraras opiniones, si no, que no entrarías al trapo del debate.

Eso sí, la mejor forma de refutar hipótesis es con datos, (como a mí me ha pasado con tu blog), así que tal si en la réplica aparecen algunos datos, números,.... para así ver como son/eran las cosas.

Atentamente el anónimo (Francisco)
 
Hola Francisco, pues esa es mi intención, rebatir con datos y cifras, por eso me tomaré un tiempo para hacerlo. Pido paciencia a la afición.

Por lo demás, encantado de tener voces discordantes en mi blog y de ser una voz discordante en blogs ajenos.

Salud.
 
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