20.5.05

 

Ladrillo va

Sirva esta anotación para responder al amable anónimo (bueno, anónimo anónimo no es, que uno tiene sus fuentes) que se pasó media hora respondiendo a mi carta abierta. El resto (sé que estáis ahí, os oigo respirar) os podéis unir a la conversación. Si tenéis lo que hay que tener, claro...

En primer lugar, a mi, lo de tomar cañas, vinos o Caciques me gusta, antes, durante y después de una buena discusión ideológica, o incluso sin discusión. Quede claro ese punto.

Una vez aclarado, entremos en harina, pues.

Creo que nadie ha negado que ERC y el PNV sean constitucional y legalmente impecables. Ni ellos, ni nigún partido político de los que se presenta, con la excepción del PCTV, del que me ocuparé más adelante. Lo llamativo del caso no es ya que el PSOE pacte con ERC, pese a que el líder de ERC sea un impresentable xenófobo, sino que a ningún socialista parezca importarle demasiado. Carod-Rovira es casi universalmente detestado por los socialistas de fuera de Cataluña, porque su concepto de la solidaridad o de la nación es tan insolidario y victimista que asusta. Sin embargo, a la hora de la verdad, una miriada de votantes socialistas, que se dicen moderados, sienten menos rechazo por Carod que por Aznar, Rajoy o Acebes, igual que, en general, se suele odiar más a Bush que a Ben Laden.

Uno de los términos del acuerdo de gobierno de ERC con el PSC maragalliano es que el PSOE no puede pactar con el PP ni en Cataluña ni en ningúna autonomía, provincia o ayuntamiento del resto de España. Es decir, ERC ha impuesto como condición indispensable para apoyar al PSOE que éste no se junte con el PP bajo ninguna circunstancia. En general se cumple. Véase el caso de López rechazando los votos de María San Gil. Esto significa que el PSOE acepta que ERC dirija su política de pactos, pese a excluir a un partido con casi diez millones de votos, o sea, media España, o casi. El PP, que se sepa, jamás ha exigido nada ni siquiera similar.

Reza el clásico que "cuando los sabios te critican, malo, pero cuando los necios te elogian, peor". La política antiterrorista del PSOE está siendo durísimamente criticada, no ya por el PP, al que se le podría achacar electoralismo, sino por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, además de por Fernado Savater, Rosa Díez, Redondo Terreros o Gotzone Mora, todos ellos afiliados o votantes del PSOE, asombrados e indignados con lo que está ocurriendo (la respuesta de la nomenklatura sociata, ya la has comprobado, fue de una amabilidad y una elegancia ciertamente exquisitas). Cierta izquierda, a la que calificar de sectaria sería hacerle un favor, no ha tardado nada en achacarle a la AVT (la misma a la que el PSOE negó una subvención que si le dio a la Asociación para el Estudio de la Genética de la Lenteja, entre otras sandeces) intenciones electoralistas, y en decir que su presidente es clarísimamente partidista, cosa que, amén de ser falsa, no le reprochan a la Manjón pese a que es afiliada de CC.OO. y pronunció aquello de "los fascistas que han venido a provocarnos no iban en los trenes, ls llevaba su papá a clase en el Audi".

Pero si malo es que la AVT y destcados militantes e intelectuales de izquierdas critiquen duramente a Zetapé (la derecha no nacionalista clama unánimente contra él) es peor aún que Otegui (o sea, la ETA) le aplauda y le inste a "dialogar". Sí, Bono & Co. le han dado un buen guantazo dialéctico al hijo de puta, pero eso no es óbice para que las palabras del "secuestrador y cómplice de asesinato" sean indicativas de como está la cosa. Igual que el PNV, cuya postura sobre ETA ha sido, básicamente, "cedamos a lo que pide para que dejen de matar, y que nadie se de cuenta de que lo que pide ETA es lo mismo que pedimos nosotros". Semejantes compañeros de viaje para aforntar el terrorismo etarra son, cuando menos, peligrosos. De todo lo malo que hizo Aznar en el gobierno, que no fue poco, una de las peores cosas fue pasarse años haciéndose arrumacos con el PNV, sobre todo porque no era necesario, y ya se sabía, de sobra, qué clase de escoria era, y es, el dinosaurio del RH.

Así que tenemos una política antiterrorista criticada por importantes militantes socialistas, intelectuales de todo el espectro político, el principal partido de la oposición y nada menos que la AVT, y elogiada, a su vez, por la ETA (Otegui), el PNV y la Esquerra, entre otros. A tí puede parecerte bien, pero a mi varios simpatizantes, votantes y militantes del PSOE me han jurado y perjurado que detestan mucho más a Arzallus que a Aznar, o a Carod que a Acebes. No por nada, sino porque entienden que tienen mucho más que ver con los segundos que con los primeros, como debería ser, en realidad. De ahí mi disertación en la anotación anterior. Reclamo una explicación a esa contradicción. O, si no es contradicción, que me expliquen por qué les parece más presentable ir por ahí con Carod que con Rajoy.

En cuanto al PCTV, o EHAK, o Batasuna Revisited, que es lo mismo. La fiscalía del Estado es, en esta pseudodemocracia que padecemos desde que Guerra enterrara a Montesquieu, un instrumento del ejecutivo, al igual que el legislativo. La separación de poderes no es que sea precisamente una de las mayores virtudes de la democracia española. Es decir, que hace lo que le manda el gobierno de turno, ahora y siempre. Así sucedió cuando Zapatero ordenó iniciar el proceso de ilegalización de Aukera Guztiak, la otra plataforma proetarra para estas pasadas elecciones. Sin embargo, obviando este hecho, el gobierno es perfectamente capaz de denunciar ante las instancias judiciales que corresponda a los batasunos de las Tierras Vascas, sin necesidad de fiscalía. Es más. El congreso puede hacerlo, y cualquiera, si tiene pruebas para ello (y el gobierno las tenía) puede ponerle un marrón a los proetarras en el juzgado, o donde sea. La AVT lo ha hecho, por ejemplo. Pero a quien moralmente corresponde hacerlo no puede ser otro que el gobierno de la nación.

En cuanto a lo de la "paz", el "diálogo", la "normalización política", y todo eso. Seré claro. Es todo falso como un euro de madera. A lo que tú llamas paz yo lo llamo cesión al chantaje. Cuando un tío te está apuntando con un .357 Magnum a la frente, lo que hay no es diálogo, es chantaje. Y es exactamente lo que hay en este país, que en tiempos fue conocido como España. Un chantaje político protagonizado por una banda terrorista y por un gobierno que, con tal de pasar a la historia como "el pacificador del talante y el buen rollito" es capaz de vender el país a plazos. Porque, si la ETA no ha dejado las armas, y no las ha dejado, "dialogar" con ella equivale a bajarse los pantalones. La ETA ya ha dejado claro que lo de dejar las armas será "una consecuencia" del "diálogo", o sea, que si el Estado cede a su chantaje letal, pues vale, dejaran de matar... hasta la próxima ocasión, que de eso se trata. Si alguien cree que se puede calmar a una hiena sedienta de sangre es, simplemente, un ingenuo. Esta vez puede que pidan presos. Luego, seis, siete, doce meses después, matarán a más gente hasta que les den, por ejemplo, un nuevo estatuto. Y así hasta que gobiernen, porque la ETA mata por el poder, no por romanticismo o por placer, aunque alguna hija de puta sí que lo hiciera.

En España no hay una guerra. No hay una tropa de asesinos que se dediquen a despenar nacionalistas a tiro o a bombazo limpios que esté apoyada por una turba infame de miserables. Eso sólo lo hay en un lado, el lado etarra. En el otro lado hay un Estado de Derecho. Si hubiera, pongamos, un grupo llamado "España Libre" o algo así que llevara un millar de nacionalistas vascos y proetarras asesinados, entonces podríamos hablar de "diálogo", de "paz" y de "normalización política", pero resulta que no lo hay, por lo tanto, lo que hay es un desafío al Estado al que únicamente podemos responder de una manera. No cediendo ni un milímetro. Una cesión implica debilidad, y si te ven débil (son escoria terrorista, no políticos o amiguetes en la barra de un bar) te pedirán más.

Cualquier diálogo con la ETA debe partir de una única premisa: el compromiso de los terroristas de no matar jamás bajo ningún concepto. Y punto. Lo demás, es literatura, ingenuidad, o, en el caso de zapatero, maldad pura y dura. A Chamberlain le fue muy bien eso de la paz y el diálogo. La cosa acabó con Hitler invadiendo Polonia, para ser exactos. Viene muy a cuento la famosísima frase de Churchill sobre el deshonor y la guerra.

De todos modos, mi llamamiento y crítica va por aquellos que se niegan a ver que lo que antes repudiaban, está sucediendo. El PNV apoya a Zetapé. ERC apoya a Zetapé. La ETA elogia a Zetapé, aunque le pide "seriedad". Y la AVT critica a Zetapé. Media España le pide a gritos a Zetapé que los etarras se metan el diálogo por donde les quepa, que son basura y que no podemos ceder ni un milímetro, no bajo la amenaza terrorista. Y Zetapé prefiere ir con ERC, que son cuatro y el del tambor, que con el PP, que somos casi diez millones. ¿Nadie, de aquellos que llevan años diciendo que esto no iba a suceder, tiene nada que decir?

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