4.7.05
Momento poético (II)
Eres tonto, asambleario, hasta el cogote.
¿Hasta el cogote digo? ¡Qué ocurrencia!
Eres tonto con grado de eminencia
hasta la mismísma punta del cipote.
Tonto como el culo, tontol bote;
eres tonto “doctor Honoris Causa”;
eres tonto oficial, tonto sin pausa;
y es que no se puede ser más zote.
Eres tonto desde antes que tu madre
y tu padre se dieran el primer beso;
eres tonto como todos tus compadres;
tus reuniones son de tontos un congreso.
Y aunque vengan tus amigos y me ladren
te lo digo: eres tonto y sólo eso
(Escrito, también, en 2002)
¿Hasta el cogote digo? ¡Qué ocurrencia!
Eres tonto con grado de eminencia
hasta la mismísma punta del cipote.
Tonto como el culo, tontol bote;
eres tonto “doctor Honoris Causa”;
eres tonto oficial, tonto sin pausa;
y es que no se puede ser más zote.
Eres tonto desde antes que tu madre
y tu padre se dieran el primer beso;
eres tonto como todos tus compadres;
tus reuniones son de tontos un congreso.
Y aunque vengan tus amigos y me ladren
te lo digo: eres tonto y sólo eso
(Escrito, también, en 2002)
Comments:
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Excelente. Pero, amigo mío y en cierto modo colega, ¿has tenido en cuenta ‘la disposición tipográfica canónica’ de los versos’? No ¿verdad? Pues ten cuidado con Mónica, la filóloga a quien le chirría cosa tal y pudiera hacértelo saber. Comentarios #2, #3 y #5. Seguramente te serán de provecho, como lo han sido para mí. No me des las gracias, por favor.
# posted by 
: 7:03 p. m.
: 7:03 p. m.
Salvo el verso del zote, que parece un poco traido por los pelos, el resto está muy bien. Lo bueno de hacer poesía feroz es que luego te quedas muy a gusto. Mis enhorabuenas.
# posted by : 3:09 p. m.
: 3:09 p. m.
He de comentar que estos sonetos al vitriolo los escribí y pegué por la facultad de Historia de la Complu, donde estudié.
Ais, que tienepos...
Ais, que tienepos...
Un día de estos publicaré aquí lo primero que pegué por la facul. Era un tanto panfletario pero resultó demoledor. Pegué 50 carteles y me arrancaron todos menos dos, así que pegué 100 más, y cuando me los arrancaron, otros 100. Me dejé más de mil pelas, pero mereció la pena.
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