6.1.05

 

Camino a la perdición

Era evidente que iba a suceder. La Esquerra ya ha anunciado que retirará su apoyo a Zetapé en el congreso en caso de que el PSOE vote junto con el Partido Popular contra la secesión del País Vasco. Dice Pepe Blanco que pueden formar otras mayorías, pero eso está por ver. Sobre todo en Cataluña. Lo más conveniente sería una alianza entre los dos partidos con más implantación en todo el país (al fin y al cabo, en un amplísimo sector del PSOE existe cierta preocupación por la supervivencia de España como marco de nuestras libertades), pero eso, al PSOE, le supondría admitir que la derecha tiene legitimidad para existir y para hacer política, y es algo por lo que no creo que estén dispuestos a pasar. Si lanzaron a sus camisas negras a las calles en plena jornada de reflexión, si quemaron sedes del PP, y si nuestro egregio presidente aún tiene bemoles de decir que ha consultado diccionarios para definir como engaño lo que hizo el PP entre el 11 y el 14 de marzo (lástima que no mirara en la D de Deslealtad y en la M de manipulación para definir lo que hizo su partido), ¿cómo van a pactar con una derecha a la que odian y niegan el pan?

Son curiosas las palabras con las que el vocero de la Esquerra ha definido su postura. Dice, el tal Puigcercós, que hay que formar una "alternativa democrática que pasa por todos aquellos que no somos el PP". Han leído bien. Luego, estos mismos, cuando el PP y el PSOE valoraron la posibilidad de aliarse en el País Vasco para desalojar al gobierno independentista y liberticida de Ibarreche, son los que hablaban de frentismo y de lo malo que eso es para la convivencia, y vainas de esas.

Dice Agados, desengañado, que no le envolvamos su libertad en un celofan rojigualda. No se yo. Es posible que exista libertad sin España, evidentemente, pero yo soy de los que cree, como Jimenez Losantos, que el Estado es tan necesario para el liberalismo como el aire para volar, y que sin España, nuestra libertad corre serio peligro. No dejo de pensar en el ejemplo de los Balcanes y en como nos podemos ir todos al carajo por un quítame allá estas fronteras. España no es una causa por sus connotaciones sentimentales, o por la tradición, o por cuestiones emocionales. España es una causa porque no hay otra cosa más allá, salvo el vacío. Todas las naciones son, por definición, una mentira, pero hasta que se invente algo mejor, es lo único que hay para defendernos de las ansias liberticidas de unos pocos.

Comments:
Pues segun dicen en hispanidad.tv ya se está preparando el PSOE.
http://www.hispanidad.tv/noticia.aspx?ID=5211
 
Magnífico artículo, Diego. En cuanto al desengaño de Agados, yo diría que no es de la patria, sino de los políticos que la usan a favor de viento, como Bono. Un abrazo.
 
El problema es que España ha pasado de ser refugio de libertad a pretexto para la desigualdad. Si la unidad nacional se convierte en excusa para legitimar la asimetría y los privilegios entre regiones, pierde su sentido. Y el actual gobierno parece seguir este camino, el del discurso patriotero como disfraz para disimular el desequilibrio, como celofán brillante que distrae nuestra atención. Este concepto de patria, que es el que representa Bono (como bien señala Policronio), desnuda a ésta de cualquier utilidad para la defensa de la libertad, al convertir la unidad nacional en un objetivo per se y no en un instrumento. Y ese es mi temor, que este nuevo periodo constituyente en el que parece que nos encontramos termine reduciendo la patria a un envoltorio engañoso.
Un saludo!!
 
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