15.7.04

 

Ciento y pico días (II): Regalando constituciones

Continuando con el repaso a estos cien maravillosos días de  felicidad y buenrollismo generalizado, encontramos otra muestra del talante que anima a nuestro admirado en todo el orbe presidente del gobierno. Más dolorosa, por lo simbólico, que trascendental, pero que da idea de lo que pretende el presidente y hasta donde está dispuesto a llegar. El mismo día de la masacre de Madrid, el Parlamento Europeo acordó que el 11 de marzo fuera el día europeo de las víctimas del terrorismo. Después, los quince decidieron por unanimidadque la futura constitución europea se firmara en Madrid, como homenaje a las víctimas de 11-M. El PSOE aplaudió la decisión, Zapatero lo confirmó en su discurso de investidura y en la propia campaña de las europeas Borrell habló del tema en varias ocasiones.
 
Pero hete aquí que, un buen día, sin mediar más razón que "el terrorismo no debe variar nuestros planes", Zapatero decide apoyar la firma de la constitución en Roma, privando así a la ciudad de Madrid de acoger un acto simbólico pero trascendental. ¿Cuáles son las verdaderas razones de esta oscura decisión? Se apuntaron varias. La primera, recabar el apoyo de Italia para la popuesta del gobierno español sobre oficializar el catalán en la UE (a nadie se le escapa quién inspira, o mejor dicho, impone dicha propuesta). La segunda, evitar que se hable aún más del 11-M. Zapatero sabe, como lo sabe todo el mundo, que su victoria el 14 de marzo estuvo tremendamente influida por los acontecimientos del terrible día 11, y no quiere que se hable del tema más de lo necesario. Así, nos encontramos con una comisión descafeinada que se está centrando mucho más en si el gobierno del PP engañó deliberadamente a la opinión pública que en averiguar por qué se pudo cometer semejante crimen contra la humanidad en el corazón de Madrid. Al PSOE le conviene mucho más no sólo echar mierda sobre el PP (como es habitual), sino, sobre todo, evitar tocar lo fundamental. Quién fue, que apoyos tenía, que extraña trama se oculta detrás de los agujeros negros del 11-M.
 
La decisión de Zetapé sobre la firma de la Constitución Europea no es especialmente grave, pero sí que es una frivolidad dolorosa para muchos, que queríamos que un documento trascendental e histórico se firmara en Madrid como homenaje a las víctimas y como recuerdo perpetuo de éstas. Es un agravio a la ciudad de Madrid, que, como es sabido, no es en exceso afecta al socialismo. Yo me pregunto ¿qué habrían dicho y hecho en Barcelona de haberle negado algo así, y en esas circunstancias, a la Ciudad Condal? Es fácil de imaginar, ¿verdad?

Comments:
Yo aún mantengo la esperanza de que la Constitución no se firme en Italia... ni en Madrid, ni en parte alguna ;)
 
Me temo que se firmará de todas todas y votemos lo que votemos (del uno al cinco se firma, y si sale un seis, volvemos a tirar), así que, al menos, que se haga aquí.

Aún así, incluso más que el hecho en sí, lo que me molestó, como madrileño militante (un día de estos me hago nacionalista) es el desprecio absoluto que Zetapé mostró a sus promesas primero, y a los madrileños después. "Roma lo venía reivindicando", dijo el tío, cuando Italia, conmocionada casi tanto como nostros por lo del 11-M estaba a favor de la firma en Madrid.
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?