17.6.04

 

La Verdad

Además de un periódico de Murcia, La Verdad es un bien intangible, un punto a favor de cualquier argumento y un algo deseable en las relaciones humanas. Pero La Verdad, y no sólo en política, suele ser algo bastante escurridizo y oculto tras varias capas de propaganda y mentira. La verdad no es lo que yo digo, o lo que usted, amado lector, fagocita en las columnas de El País junto a sus Chocokrispis. La verdad se oculta, se esconde, se escapa entre nuestros dedos como la arena playera o como mi sueldo el día 17 de cada mes. Aunque pueda parecerlo, la verdad no la pagamos con los impuestos de todos, y no está en el Fòrum.

Y sin embargo, hay algunos que necesitan conocer La Verdad en un tiempo récord. Exáctamente en 60 horas. Concretamente la necesitan para antes de votar, después ya no sirve, ya no vale para nada, ya no interesa, ya se puede revolcar por el lodo y tirar al cubo de la basura. Es un periódico viejo, un trapo inservible, una amante olvidada, una rosa marchita que se puede perder en el remolino del inodoro. Porque para muchos, la verdad no es un fin, ni siquiera un medio. La verdad es lo que ellos quieren oir, y nada más.

Me extraña que, tres meses y pico después del 11-M, no continúen las manifestaciones espontáneas a diario para saber la verdad. Porque lo cierto es que cuanto más sabemos, menos sabemos y, peor aún, más asustados estamos. Sabemos que hubo policías que informaron directamente al PSOE antes que al gobierno de Aznar, sabemos que alguien nombró la palabra Titadine y que aquello provocó la mitad de lo que vino después, sabemos que la mayoría de los detenidos y los terroristas que se suicidaron en Leganés eran delincuentes de poca monta, maleantes, raterillos de tres al cuarto, chorizos sin importancia, y que muchos eran confidentes de la policía. Sabemos que hay una cantidad de puntos negros sin resolver ciertamente alarmante. Ni siquiera sabemos si no fue ETA. Y han pasado más de tres meses. Y nadie se manifiesta, "espontáneamente" o no, para pedir La Verdad. Quizá lo único que realmente sepamos con seguridad es que no hubo terroristas suicidas

Me reafirmo en mi idea de que a algunos, la verdad les importa un carajo.

Comments:
Es curioso que hoy te quejes amargamente en tu bitácora sobre que aún no se haya esclarecido nada sobre el 11-M (tranquilo, hay una comisión que lo va a investigar), y sin embargo no te hagas eco de una gran VERDAD que hemos sabido en el día de ayer: que los vínculos de Irak con el terrorismo de Al Qaeda, uno de los argumentos que "justificaron" la decisión unilateral de Bush, Blair y Aznar para atacar ese país, han resultado ser rotundamente falsos (el otro gran argumento, el de las armas de destrucción masiva, hace tiempo que cayó por su propio peso). Y esto no lo digo yo, ni lo dice El País, lo ha dicho la comisión independiente del Congreso de los EEUU.

España participó en una guerra ilegítima a la que nos llevó Aznar por seguirle el juego a Bush, amparándose en argumentos que el tiempo ha demostrado que eran, con mayúsculas, FALSOS. Los liberales os quejáis amargamente de que Zapatero haya retirado las tropas, pero no decís nada ahora que se está demostrando que el error no está en retirarlas ahora, sino que estuvo en enviarlas, con argumentos FALSOS.

Y estamos de acuerdo en que sobre el 11-M nos falta mucho por saber, y no creo por cierto que ni en el PP ni por supuesto en el PSOE todo el mundo esté tranquilo al 100%. Pero no ocultes un hecho: puede que aquellos atentados cambiaran el signo del voto de mucha gente, pero no olvides que la gente ya estaba cabreada desde hacía un año por el empecinamiento de Aznar en implicar a nuestro país en una guerra que la gente no compartía. No os empeñéis en mirar hacia otro lado y buscar conspiraciones y turbios manejos, y negar el gran error de Aznar, que fue creerse más sabio que nadie y tomar decisiones ignorando el clamor de millones. Eso, y no la SER, fue lo que le condenó.

Un saludo, Ernesto de la Serna
 
Saludos, Ernesto.

Sobre lo del vínculo entre el régimen sadamita y Al-Qaeda, voy a escribir ahora (o mañana por la mañana, que vengo de empollar en la facu y estoy cansao) una entrada en la bitácora, con enlaces que aclararán mucho mi postura en este punto.

Sobre mi queja por el 11-M, lo cierto es que encuentro lógico que un atentado de tal magnitud tarde meses, o años en esclarecerse completamente. Aún no sabemos quién coño mató a Kennedy, así que imagino que lo del 11-M tardará aún un rato. Desde luego, me da que la comisión del Congreso más que para esclarecer hechos va a servir para que cada cual eche mierda a la jeta del de enfrente, más que para resolver nada.

Mi queja, o mi diatriba, no es contra la lentitud en la investigación, sino precisamente contra aquellos que se manifestaron de forma ilegal (y eso lo dijo la Junta Electoral) en plena jornada de reflexión buscando, según ellos, la verdad, según mi humilde opinión, echarle mierda al gobierno de Aznar. Esa gente no quería la verdad, es más, la verdad se la sudaba. La prueba de que la verdad no les importaba, es que han pasado tres meses, sabemos poco o nada de quién, como y por qué mató a 200 personas en Madrid, y lo poco que sabemos resulta escandaloso, y sin embargo, nadie se manifiesta. "Queremos la verdad antes de votar", "El gobierno miente"... en realidad, querían que les dijeran que había sido Osama Ben Laden, que había sido en respuesta al derrocamiento de Sadam y que Aznar era un asesino. Nada más que eso.

Sobre el cambio de signo de las elecciones, para mí es evidente que lo provocó el atentado, y la escandalosa manipulación que se hizo de él. El PP ya había ganado las elecciones municipales del mayo anterior, si no en número de votos, si en número de gobiernos autonómicos, alcaldes y concejales. La Agit-Prop de los medios de izquierda, desde El Mundo (sí, El Mundo) hasta la SER pasando por el 20 minutos o Telecinco y Localia, atribuyó, veladamente, la responsabilidad indirecta de los atentados al gobierno de Aznar, por la participación de España en la cumbre de las Azores (porque re recuerdo, amigo Ernesto, que España no ha participado en guerra alguna, y que nuestras tropas fueron allí a curar heridos y a levantar hospitales, no a matar soldados, como ya hicieron en Afganistán, Albania o Bosnia, con el apoyo o el gobierno del PSOE) y porque, según ellos, el gobierno mentía, algo que se ha demostrado ya que no hizo. Otra cosa es negar la legitimidad del gobierno Zetapé, algo que nadie en su sano juicio haría, y yo, desde luego, no hago. El gobierno Zetapé es tan legítimo como lo fue el gobierno Aznar. Pero llegó al gobierno como llegó, y lo primero que hizo fue lo que los terroristas islámicos (no los que hicieron el 11-M, que se sepa, pero sí los que masacran a la población iraquí a diario) querían que hiciera. Y además, mintió. Mintió porque dijo que lo haría después del 30 de junio si no había resolución, y retiró las tropas el 18 de abril. Mintió porque dijo que sabía los términos de la resolución el 18 de abril cuando el borrador se presentó en mayo. Y mintió porque dijo, en asombrosa contradicción con lo anterior, que la resolución estaba provocada por la huída de España.

Por cierto. "Unilateralmente" quiere decir de forma unilateral, es decir, sin consultar ni tener en cuenta la opinión de nadie. EE.UU. y el Reino Unido se metieron en esa guerra con el apoyo de España, Irlanda, Dinamarca, Suecia, Estonia, Letonia, Lituania, Ucrania, Rumanía, Austria, Italia, Luxemburgo, Malta, Chipre, Grecia, Noruega, Finlandia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Polonia, Turquía, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Honduras, Colombia, Corea del Sur y un largo etcétera de países entre los cuales se encuentra la mayoría de las democracias dignas de tal nombre. De derechas y de izquierdas, una larga lista de gobiernos apoyó la invasión de Irak y el derrocamiento de Sadam Hussein.

Ahora me pongo con lo del informe de la comisión independiente.

Un abrazo, Apañero.

Diego.
 
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