9.6.04

 

Haro Tecglen

Confieso que si hay algún columnista en toda la prensa diaria que me cae como una patada en los mismísimos, ese es Eduardo Haro Tecglen. Escribía yo ayer de Ronald Reagan, y cuentan en liberalismo.org que el ínclito Haro, en ese engendro ilegal y polanquil (valga la redundancia) llamado Localia, desahogó su tontería prosoviética diciendo lo siguiente sobre el ex presidente americano: "Pobrecito, se había muerto sin enterarse de que había sido presidente de los Estados Unidos". Hay que ser bastante miserable para hacer burla del Alzheimer, sobre todo cuando uno es una momia, pero de Haro Tecglen, vocero en Madrid del nacionalismo vasco, mamporrero felipista y defensor, sucesivamente, de Hitler, Franco, Stalin y Felipe, uno ya se espera cualquier cosa. Desde loas a Franco hasta agradecimientos a Stalin

Comments:
Compato totalmente tus ideas respecto a este miserable. Su odio hacía la gente que no piensa como el(ejemplo de tolerancia y buen talante)sólo es comparable a su mala leche y su mezquindad.
Escipión
www.serdederechas.cjb.net
 
Coincido contigo en el rechazo que produce este personaje tan viscoso. Jamás podré olvidar las náuseas que me produjo su artículo sobre la muerte de Antonio Herrero, al que sibilinamente comparaba con Franco y ¡decía haber sentido la misma alegría con ambas muertes!

Creo que el tipo es mentiroso, cobarde, rencoroso, vendido, servil; en fin, para abreviar, prácticamente todo lo que no quisiera que fueran mis hijos.

Saludos
Corpus
 
Que ser tan despreciable. Alguién así sólo se merece escribir en el País.¿Sabiais que tiene dos hijos drogadictos?
 
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
 
Bienvenido a la blogosfera liberal.

Yo siempre digo que Haro, como Günter Grass, no ha cambiado. Lo único que han hecho ha sido cambiar de credo totalitario
 
Gracias por las bienvenidas y perdón por borrar el post (fue sin querer, no sabía para que servía el botoncito, uno es nuevo en esto).

De todos modos, una cosa es que Haro nos parezca lo que es, un capullo, y otra entrar en su vida personal. Si es cierto lo de los hijos drogadictos, deberíamos compadecerle por ello, no reprocharlo. Hay otras muchas cosas que se pueden decir de él sin necesidad de entrar en tragedias.

Creo yo
 
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